Musica folklorica de republica dominicana

Música hispana

Si viaja a Punta Cana, debe tener en cuenta que durante su estancia le rodearán el mar turquesa, un clima cálido durante todo el año y la música. Las etnias india, africana y española forman las raíces de su patrimonio cultural y musical.

El baile incluye antiguos rituales africanos y franceses. El ritmo del merengue incita a los espectadores a bailar casi inevitablemente. Consiste en girar siguiendo el ritmo progresivamente; la cadera tiene que estar suelta, manteniendo el tronco y la cabeza rectos. Los más experimentados mezclan los pasos necesarios del merengue con vistosos movimientos de cadera y piernas.

La bachata es otro de los géneros musicales más auténticos de Punta Cana, en el que influyen el bolero, el merengue y el son cubano. También se la conoce como la música de la amargura, ya que sus letras suelen aludir al desamor. Los instrumentos son los mismos que en el merengue, sólo que añadiendo una guitarra y con un movimiento de baile más lento; consiste en una serie de pasos hacia delante y hacia atrás, o de lado a lado.

El Carabiné es un ritmo de la República Dominicana considerado como un antepasado del merengue, cuyo origen se debe a la postura que tenían los soldados franceses cuando iban a las fiestas llevando sus armas (carabinas) al hombro.

Béisbol república dominicana

Las raíces y la música folclórica nunca han faltado en el panorama musical dominicano. Durante décadas, grupos como Palo Monte y Enerolisa y Su Grupo de Salve han abrazado los sonidos folclóricos, mientras que otros artistas como Xiomara Fortuna, José Duluc, Rita Indiana e Irka Mateo han mezclado creativamente la música de raíz con géneros contemporáneos. Uno de los más grandes músicos del país, el fallecido Luis Días, comenzó su célebre carrera tocando música folclórica con el grupo Convite, sentando las bases para que un nuevo movimiento de artistas se inspirara en el futuro.

A día de hoy, la música de raíz sigue siendo fundamental en la cultura dominicana, y con un movimiento underground que bulle por toda la isla, prosperan los artistas que traspasan fronteras colisionando sonidos locales y géneros modernos. Artistas como Rita Indiana, Carolina Camacho y Riccie Oriach se han convertido en favoritos locales, y ha empezado a surgir una nueva generación de músicos que siguen sus pasos.

Henry González, fundador del colectivo artístico Kiskeya Libre, afirma que esto forma parte de un legado que debe mantenerse y protegerse. "Cuando empecé Kiskeya Libre con mi equipo, conocía la música folclórica dominicana, pero no sabía que existía una escena [folclórica] alternativa", dice. "Me ha sorprendido el movimiento folclórico alternativo porque este movimiento trata del amor propio; trata de encontrarte a ti mismo en tu pasado; trata del valor de la tradición y de cómo el conocimiento de la tradición nos mantiene a salvo, pero las tradiciones no tienen por qué seguir siendo las mismas para que mantengamos ese poder: pueden transformarse intencionadamente con un propósito sin dejar de preservar nuestros legados."

Herencia dominicana

El merengue se considera parte de la identidad nacional de la comunidad dominicana. Desempeña un papel activo en varios aspectos de la vida cotidiana de la gente, desde su educación hasta las reuniones sociales y las celebraciones, pasando por las campañas políticas. En 2005, la práctica tradicional fue reconocida por decreto presidencial, declarándose el 26 de noviembre Día Nacional del Merengue. Todos los años se celebran festivales de merengue en ciudades de la República Dominicana como Santo Domingo y Puerto Plata. Se baila en parejas, con gestos coquetos, y los participantes se mueven en círculos al ritmo de la música que tocan instrumentos como el acordeón, el tambor y el saxofón. Es un baile que suele introducirse a los alumnos a una edad temprana. Los conocimientos y habilidades sobre la práctica se transmiten mediante la observación, la participación y la imitación. El merengue atrae a personas de distintas clases sociales, lo que contribuye a fomentar el respeto y la convivencia entre individuos, grupos y comunidades. El norte del país se considera la cuna de esta práctica, cuya área de influencia se extiende a Puerto Rico, Estados Unidos y la región del Caribe. El merengue también es popular en otros países latinoamericanos como Venezuela y Colombia, donde han surgido variaciones, y países de Centroamérica.

Cantantes dominicanos

El merengue se considera parte de la identidad nacional de la comunidad dominicana. Desempeña un papel activo en diversos aspectos de la vida cotidiana de la gente: desde su educación hasta las reuniones sociales y celebraciones, pasando por las campañas políticas. En 2005, la práctica tradicional fue reconocida por decreto presidencial, declarándose el 26 de noviembre Día Nacional del Merengue. Todos los años se celebran festivales de merengue en ciudades de la República Dominicana como Santo Domingo y Puerto Plata. Se baila en parejas, con gestos coquetos, y los participantes se mueven en círculos al ritmo de la música que tocan instrumentos como el acordeón, el tambor y el saxofón. Es un baile que suele introducirse a los alumnos a una edad temprana. Los conocimientos y habilidades sobre la práctica se transmiten mediante la observación, la participación y la imitación. El merengue atrae a personas de distintas clases sociales, lo que contribuye a fomentar el respeto y la convivencia entre individuos, grupos y comunidades. El norte del país se considera la cuna de esta práctica, cuya área de influencia se extiende a Puerto Rico, Estados Unidos y la región del Caribe. El merengue también es popular en otros países latinoamericanos como Venezuela y Colombia, donde han surgido variaciones, y países de Centroamérica.